
Los sanantones de mi infancia
Pues señor, hay veces en que a uno le asaltan causas inesperadas porque, por un ejemplo, ¿qué pensaría usted si yo le dijera que, en lugar de San Miguel, el patrón de Enguera fue San Antón?
Sí… sí, ande,… ¡responda!

Castillo de Locubín en la obra literaria de José Ciges
Lo prometido es deuda y nosotros las pagamos con toda la satisfacción. Así que aquí tienen el trabajo que la Asociación de Estudios Culturales de Castillo de Locubín acaba de publicar en el Número Cero de su extraordinaria y mejor presentada Revista.

A propósito de una Historieta de Pepe Ciges
Ya hace de esto un tiempo.
Lo cierto es que en la Redacción se recibió un e-mail en que el firmante, tras identificarse como investigador de temas locales de Castillo de Locubín, venía a decir:

Ricardo
Como observarán estamos cumpliendo escrupulosamente el plan que nos trazamos para este trimestre; así que con el Documento de hoy –de título Ricardo– andamos finalizando nuestro compromiso.
Como podrán observar la trilogía correspondiente a Emilio Marín durante este trimestre ha sido de lo más variada y rica. Variada por la diferente temática abordada; rica por los matices que en cada una de ellas ha sabido plasmar.
Los Sanantones de mi infancia
San Antón: hogueras, grupas, muletas y procesión… era el ritual público de los años cuarenta en las calles. Hoy ha variado: la hoguera es una, las grupas desaparecieron y aparecen pasacalles y convites varios.

El Curtidor de Sta Teresa
¿Quién pensaría que en el secano de Enguera pudo existir un curtidor?
Y sí, existió hasta fechas bien recientes; es más, todavía viven personas en el pueblo que llegaron a conocerlo en funcionamiento. Entonces, siendo ello así, habrá que contar que en nuestro pueblo existía suficiente agua para tal industria, especialmente para su sección de ribera.
Su localización nos la relatan en estas palabras:
– “Pues sí. Lo conocí porque, como mis padres vivían en santa Teresa…”

Agricultura enguerina
El uso del agua y la consiguiente constancia de construcciones hidráulicas dentro del término municipal y, en concreto en la Redonda y Contra-redonda, ponen de manifiesto una realidad: la desigual distribución de la misma, así como las diferentes necesidades hídricas en cada una de las diferentes zonas.
Es por ello que hemos decidido comenzar esta introducción al tema del agua para usos agrícolas haciendo referencia a la composición del suelo agrícola para pasar, a continuación a las descripciones que del mismo han realizado los autores que lo estudiaron y describieron.

Norias y Molinos de viento
En este número retomamos el tema de Construcciones Hídricas en el secano enguerino, de Pepe Cerdá. El trabajo, presentado dentro de la serie de pozos, comprende tres apartados: Aparatos de elevación, Norias y Molinos de viento que nos adentran en un planteamiento de nuestra agricultura diferente al que han querido vendernos, así como a las construcciones hidráulicas agrícolas que, hasta la fecha, ha venido publicando el autor.
Transporte interno
Este documento se publicó por primera vez, en el blog en cerrado, tal día como el día 28 de julio de 2.009.
En su presentación se decía lo siguiente: el trabajo “tiene el sello del autor al contarnos cosas de su infancia, aportar información y poner su pequeño puyazo a destiempo, es decir: al final”

Primores I
Dentro del análisis del agua en la agricultura de secano, el Documento que hoy presentamos pretende reflexionar sobre la idea generalizada de que la agricultura de Enguera es exclusivamente la de un pueblo de secano que, con sólo cultivos de subsistencia, debió dedicarse a la industria. Don José Mª Albiñana, en el capítulo XXV de su Historia de Enguera, tiene el mismo pensar que el autor del Documento que les presentamos.
