
Decadencia de Enguera, 2
Y seguimos con Decadencia de Enguera -2, hoy nos describe el mal derivado del capital especulativo. Y justo es festejar que nuestros antepasados ya distinguieran entre aquél y el productivo.
Lean y verán qué bien los distinguían y describían.

La Exposición regional
Aunque pueda parecer extraño, el Documento que traemos a colación, pensamos, tiene una trascendencia significativa. Es cierto que El Enguerino ya había hecho referencia al evento en varias ocasiones –recordemos, por ejemplo, las crónicas de Miguelico–.
Por nuestra parte, hemos añadido la foto de la Lanera, símbolo de un fenómeno que algunos creen actual, y no andan escasos de razón al ver cómo nuestras empresas se desubican al crecer pero, atención, que el fenómeno viene de viejo en industrias como La Lanera, Navarro Cabedo, etc.

Tras de lo mismo: El ferrocarril, II
He leído detenidamente el bien escrito artículo… y aparte la delicada ofrenda de su cariño que el notable periodista Fillol Sanz con exquisiteces de poeta dedica á Enguera, en todo lo demás se muestra tan sollispado, que yo como mandatario de Violante “En mi vida me he visto en tal aprieto”,… De tal guisa iniciaba Braulio su respuesta al del periodista Fillol Sanz que publicamos en la entrega anterior.

Poesía: Braulio Talón Sanmartín
Quién fuera este personaje, a nuestro juicio, no tiene importancia: un enguerino que debió vivir en la calle Santa Bárbara, aunque tal vez por aquel entonces aún la denominaran Placeta del Palacio.
Lo que sí nos gustaría, y no lo echamos en saco roto, es que alguien nos describiera “el personaje”. Sabemos que pertenecía a familia acomodada, que tomó estudios, que debió arrastrar a su amigo y fundador de El Enguerino a la aventura argentina y, sobre todo, que luchó por una Enguera diferente desde, al menos, el periodismo comprometido.

Fragmentos de cartas: de Luz a…
Nueva serie: Fragmentos de cartas.
Poco sabemos de su autor –Cito– ni de sus personajes. Pero, pensamos, que es conveniente recoger la serie por cuanto refleja un contrapunto en la sociedad enguerina de la primera década del XX.
La serie la componen varias entregas que hemos agrupado en torno a la escritora, a saber: Dulce, Paz y Luz, que es precisamente con la que iniciamos la serie.
Deseando puedan ayudarles a comprender en su globalidad la sociedad de aquella época, nos resistimos a mantener estas cartas ocultas.
Intereses locales: El ferrocarril, I
Otra nueva serie y… ¡qué serie!
Andamos presentándoles qué pensaban nuestros paisanos de aquellos años; sí, de los primeros años del siglo XX. Nosotros solo pretendemos ponerles delante de aquellos enguerinos para que sean ellos quienes hablen; bueno… nos lo digan por escrito.
Esta serie narra, bien que periodísticamente, cómo ni a la tercera va la vencida: el ferrocarril por tercera vez –sí, hubo hasta una tercera intentona– fue rechazado… y no decimos más. Lea cada cual lo que diferentes autores contemporáneos a tales hechos nos dejaron escrito.
Decadencia de Enguera
Otra nueva serie que iniciamos, de cinco editoriales del semanario El Enguerino, con idéntico título: Decadencia de Enguera. Están fechados entre el 19 de septiembre –el que hoy hacemos público– y el 5 de diciembre del año 1908.
En todos y cada uno de los cinco episodios adjuntamos las gacetillas correspondientes, así como las referencias a las Sesiones del Ayuntamiento, si las hay.

6ª y última Carta de Miguelico
En fin, que todo lo bueno se acaba… hasta las Cartas de Miguelico… ¡en nuestra parla!
Y fue una pena: ya no volveremos a leer aquello de manero ni cómo, por el desuso, había quedado la mesa del Repeso. Y claro, aquellos lodos trajeron estos lodos. Se acabaron las prosesiones y, lo que es peor, ni el ayuntamiento ni el comercio han vuelto a levantar cabeza en la capital del distrito.

5ª Carta de Miguelico
Muy Sr. mio: M’ alegraré qu’ al recibo d’ estas cortas letras s’ encuentre rebentando de salud, la misma que pa mi deseo por los siglos de los siglos, amen.
Ya habrá notao los pogresos que yo ha hecho en oltogafría...
Si así inicia hoy su carta, ¡imaginen cuál puede ser el final!

Iniciativas plausibles
“Al cabo de los años mil, las aguas van por donde solían ir”, refrán que nunca pudo estar mejor aplicado que en esta ocasión, pues despues del transcurso de muchos años que en colaboración con mi hermano Pepe ocupéme en Las Provincias de la conveniencia del alumbramiento de aguas que en gran cantidad deben discurrir por el subsuelo del término de Enguera, ahora veo complacido…
Así iniciaba D. Pedro Sucías esta colaboración, entre otras muchas, en el nº 65 de El Enguerino allá por el año 1.909.
